La Fundación Universitaria San Mateo continúa demostrando que el aprendizaje también transforma el entorno a través de su proyecto “Universidad Ambientalmente Responsable”, liderado por los programas de Negocios Internacionales e Ingeniería Ambiental, la institución fue reconocida por dos importantes fundaciones sociales por su impacto en el cuidado del medio ambiente y el apoyo a niños con cáncer.
Durante este año, la San Mateo recolectó más de 3,4 toneladas de materiales reciclables, lo que permitió, en alianza con la Fundación Sanar, apadrinar a dos niños con cáncer durante todo un año. Gracias al programa “Tapas para Sanar”, se garantizó el acceso a apoyo psicológico, transporte y alimentación para estos menores y sus familias.
Asimismo, la Fundación Sol en los Andes otorgó un reconocimiento por la participación activa en el programa “Tapas Amigas: Planeta Limpio, Niños Felices”, destacando la labor constante de estudiantes y docentes en la recolección de tapas plásticas, las jornadas de siembra de árboles y las acciones de concientización ambiental.
“Este reconocimiento reafirma que nuestros estudiantes no solo adquieren conocimientos académicos, sino que también desarrollan conciencia social y ambiental. En la San Mateo, formamos profesionales capaces de transformar realidades y generar impacto positivo en la comunidad”, afirmó Siris López, directora del programa de Negocios Internacionales.
Uno de los logros más significativos del proyecto ha sido la siembra de 904 árboles en la cuenca del río Bogotá, resultado del trabajo colectivo de más de 100 estudiantes, semestre tras semestre, quienes también se forman en responsabilidad social universitaria y participación comunitaria.
“Gracias por su energía, su entusiasmo y por ser un ejemplo inspirador para nuestra comunidad. ¡Su impacto es real y significativo!” , expresó uno de los estudiantes en la encuesta de cierre del semestre.
Este proyecto, más allá de cifras y reconocimientos, se ha convertido en una oportunidad para fortalecer el compromiso ambiental desde la academia, tejiendo redes de apoyo entre lo educativo, lo social y lo humano.
Porque en la San Mateo sembramos futuro, reciclamos esperanza y actuamos con el corazón.